viernes, julio 28, 2006

El viento del pasado

Últimamente parece que sopla un poco más. No sé bien porqué. Ni me preocupa, la verdad.

Sopla y trae el cansancio de horas de entrenamiento. La emoción de competir. La despreocupación por casi todo. Las horas con los amigos. El sabor del tequila y el Lucky Light. El hambre de mundo. La pérdida de la cordura. Y encadenadas una tras otras van llegando aventuras de otros tiempos.

Y uno, aunque no es amigo de añorar el pasado porque le encanta el presente que vive, no puede evitar quedarse con la mirada perdida. Mientras se echa un par de caladas y un traguito de whisky. Y no puede evitar sonreir.